La alta cifra a recibir por cualquier dato que ayude a su captura está fijada desde hace años, sin que se tenga pista sobre su paradero. Ambos son considerados altamente peligrosos, y sobre sus cabezas caen decenas de delitos. Jhonny, por ejemplo, tiene 10 carpetas de investigación en su contra en el Estado de México, además de una ficha roja por parte de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Sin embargo, la gran sombra que persigue a ambos hermanos se remonta a una masacre de hace 5 años. Y es que son señalados por presuntamente haber ordenado al batallón 102 de infantería, ejecutar extrajudicialmente a 10 personas en una bodega en Tlatlaya, la madrugada del 30 de junio de 2014. Supuestamente, los Hurtado sobornaron a los militares para matar a miembros de Guerreros Unidos, un grupo criminal rival a la Familia Michoacana.
Según información proporcionada por la extinta Procuraduría General de la República (PGR), "El Pez" controlaba a los políticos y policías de Teloloapan, Apaxtla de Castrejón, Cuetzala del Progreso, Balsas, Acapetlahuaya, Tlalchapa y Ametepec, en Guerrero. Además, tenía bajo su control al alcalde de Arcelia y al líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sindicato que proporcionaba el transporte para el tráfico de droga.
El poder de estos hermanos se amplió cuando José Alfredo, "El Fresa", negoció una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Fue ahí cuando los Hurtado Olascoaga tomaron el control del cártel y aumentaron los delitos.
Con información de EFE y AP