El domingo por la mañana, agentes policiales lograron la detención de Pablo Laurta en el área de desayuno del Hotel Berlín en Gualeguaychú, Entre Ríos. Laurta es señalado como el principal sospechoso de haber cometido un doble femicidio en Córdoba, donde perdió la vida su expareja y su exsuegra.
El operativo se llevó a cabo de manera discreta, con dos policías vestidos de civil que sorprendieron al acusado mientras se preparaba para desayunar. A pesar de la tensión del momento, Laurta no ofreció resistencia y fue detenido sin incidentes.
Junto a él estaba su hijo Pedro, de cinco años, quien fue puesto bajo resguardo inmediato por personal femenino de la policía, garantizando así su bienestar tras el trauma vivido. Las imágenes del pequeño abrazando a una oficial se difundieron rápidamente, simbolizando el alivio tras horas de incertidumbre.
Tras la captura, Laurta fue trasladado a un hospital local debido a una descompensación física, permaneciendo bajo custodia policial. Mientras tanto, el niño fue llevado a la Comisaría del Menor para recibir contención y acompañamiento adecuado.
De nacionalidad uruguaya, Laurta tenía antecedentes de violencia y un pedido de captura internacional activo. Su perfil en redes sociales reflejaba un discurso antifeminista radicalizado, en línea con su vinculación a la agrupación "Varones Unidos".
El caso pone en relieve la importancia de una atención integral para las víctimas y la necesidad de mecanismos efectivos de protección para menores en contextos de violencia familiar.
“La disputa por la tenencia del niño y las denuncias previas evidencian la complejidad del caso y la urgencia de fortalecer la justicia en temas de género”, señalaron fuentes cercanas al proceso judicial.
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