Salcedo, célebre por las fotografías que él mismo ponía en sus redes sociales en las que aparecía portando armas de grueso calibre y rodeado de fajos de billete, murió asesinado en un acto de sicariato en abril del 2021. Antes había defendido a Glas en los casos Sobornos y Singue y, como abogado de Rasquiña, había logrado que éste salga en prelibertad en 2020.
Pero los vínculos de Salcedo con el correísmo no se limitaron a la defensa de Glas. Cuando apenas habían pasado días de las protestas golpistas de octubre del 2019, un equipo de la Fiscalía ingresó a la oficina de la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, para hacer una investigación por su supuesta participación en la intentona de golpe y se encontró con Salcedo en el lugar.
Cuando la Fiscalía llamó a declarar libre y voluntariamente a un grupo de empleados de la Prefectura dentro de las investigaciones que adelantaba por ese caso, Salcedo se presentó como defensor e impidió que rindan su versión. Apenas un empleado de la Prefectura decidió rendir testimonio y se convirtió en testigo protegido.
Pero lo de Salcedo no es lo único que anima a hacer conexiones. Durante la campaña electoral de Andrés Arauz también hubo un hecho particular.
El rapero Javier Bautista, «El Maldito Brujo», conocido por sus videos en redes sociales en los que aparecía cantando al narcotráfico con fajos de billetes en mano y a capos como Rasquiña, hizo una canción para la campaña del candidato del correísmo. En el video, «El Maldito Brujo» aparecía delante de la sede de campaña de Arauz. Decenas de banderas con los colores de la campaña y una inmensa fotografía de Rafael Correa eran parte del decorado.
Días antes de que se hiciera público ese video, Bautista grabó otro muy polémico y difundido en el que lanzaba amenazas a la banda de Los Pandas. Se le veía con fajos de billetes y en su canción decía cosas como «tenemos control de todo el Ecuador». En febrero del 2022, Bautista apareció asesinado en la ciudad del Callao, en Perú. El rapero también había hecho un video para Abdalá Bucaram.
Pero la historia de estas aparentes relaciones entre el correísmo y el narcotráfico no son tan recientes. En realidad, muy al comienzo del gobierno aparecieron noticias comprometedoras.
En octubre del 2007, la Policía capturó en Esmeraldas a siete ciudadanos con 3.7 toneladas de cocaína, en el operativo Huracán Verde.
El alcaloide, que estaba en tanques de agua bajo tierra, pertenecía a los hermanos Jefferson, Miguel y Édison Ostaiza Amay.
En noviembre de ese año dos agentes de inteligencia de la policía informaron a Rommy Vallejo, secretario de la Senain en ese entonces, que el ex subsecretario del Ministerio de Gobierno, José Ignacio Chauvin, estaba implicado en la red de narcotráfico de los Ostaiza y que éstos hermanos habrían financiado la campaña de Correa. Años más tarde, en abril del 2010, Pierina Correa, la hermana del entonces Presidente apareció en unas fotos visitando en la cárcel a los Ostaiza.
Pierina Correa dijo que había estado visitando la cárcel casualmente y que fue fotografiada con varios presos sin saber quiénes eran. “Me entero de quiénes son estos señores en el momento en que empiezan a salir las fotos”. La hermana del Presidente o tenía función pública relacionada con las cárceles. Los Ostaiza negaron conocerla.
En julio del 2007 apareció un video igualmente incómodo donde se ve a Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, uno de los siete miembros del secretariado de las FARC , mencionando que entre otras informaciones de la guerrilla que han quedado al descubierto, debido a operativos de las autoridades colombianas, están los aportes dados por ellos a la campaña de Correa en 2006.
En marzo del 2008, el Ejército colombiano hizo un ataque sorpresa en el lugar conocido como Angostura, en el lado ecuatoriano de la frontera, donde murió el comandante guerrillero Raúl Reyes y otros guerrilleros que, ante la sorpresa del país, habían estado acampando tranquilamente en esa zona.
Luego vino el capítulo conocido como la Narcovalija. En febrero de 2012, cinco ecuatorianos fueron arrestados por policías de la comisaría de Bonola (Milán). Se trató del director y autor teatral Cristian Loor, Jorge Luis Redrobán, Julio Jesús Pazo Toro y Jean Paul Flores, todos residentes en Milán.
El entonces canciller Ricardo Patiño, confirmó que en el operativo italiano se había encontrado 40 kg de cocaína líquida en una valija diplomática que se dirigía a Italia, portando artesanías pertenecientes a una compañía de teatro que representaba la obra de teatro Ruga La Tortuga. Uno de los detalles de este caso fue la modificación del reglamento de envío de las Valijas del Ministerio de Relaciones Exteriores, unos meses antes de la captura.
En la alteración del reglamento de envío de Valijas Diplomáticas consta el artículo 14, donde se menciona que en “valija extraordinaria” se puede enviar material promocional y turístico, además de la correspondencia oficial.
La modificación del reglamento contradecía instrumentos internacionales, que rigen por igual para el Ecuador y los otros países, signatarios de las convenciones de Viena.
En este capítulo nuevamente apareció la figura de Pierina Correa: la hermana del Presidente salió en fotografías tomadas en el restaurant «El Ídolo», de propiedad de unos de los principales implicados en el caso. Ella dijo haber asistido allí a una reunión porque los integrantes del grupo artístico -que iba a recibir la droga transportada en la valija diplomática- la habían nombrado madrina del evento. Una foto más en el historial.
En noviembre de 2014 se celebró el matrimonio de Ricardo Rincón y Lucía De Gema en Manta, Ecuador.
El novio era hijo del empresario Roberto Rincón, hombre de negocios que vio incrementada su fortuna desde que se convirtió en proveedor seguro de Bariven (PDVSA) y que luego fue capturado por los Estados Unidos por supuesto lavado de dinero y narcotráfico. La boda se hizo célebre por un video en el se escucha al entonces ministro del Interior, José Serrano, quien casó como autoridad civil a los novios.
En el capítulo fotografías, el más gordo de esta saga fue el que tuvo relación con la captura de Telmo Castro, teniente retirado del Ejército, por haber sido la pieza clave del engranaje que el Chapo Guzmán tenía en Ecuador para el transporte de la cocaína desde Colombia a Guayaquil de donde se despachaba a México y EEUU.
En uno de los teléfonos que se le incautó, se encontró una foto (la que ilustra esta nota) en la que aparece Rafael Correa junto a José Antonio Aguilar Orozco, Darwin Stalin Gómez Vélez y Edgar Fernando Sandoval Puga, todos involucrados en diversos operativos antinarcóticos. ¿Qué hacía esa fotografía en el Blackberry de Castro? Correa salió a decir que él no es responsable de la gente que le pide tomarse fotografías con él pero el que esa imagen haya estado en posesión de un hombre cercano a El Chapo alimentó suspicacias.
Coincidencias o eventos desafortunados, lo cierto es que no existe precedente alguno en el que miembros de un movimiento político aparezcan en tantas ocasiones en fotografías y hechos embarazosos. Lo de Ronny Aleaga, su foto en la piscina de Xavier Jordan, y el posterior anuncio de que la Embajada de los EEUU le retiró la visa, es apenas un capítulo más de toda una comprometedora saga.
Con información de EFE y AP