El 27 de marzo, Culiacán vivió otra jornada de violencia, cuando sicarios atacaron a elementos del Ejército Mexicano en un tiroteo que dejó varias víctimas.
El saldo de este enfrentamiento fue de al menos cuatro muertos, incluidos un mecánico que estaba en el lugar y un militar, además de varias personas heridas.
Los agresores, que llegaron en apoyo de otros sicarios, desataron una balacera con los militares, lo que escaló rápidamente la situación. Durante el tiroteo, la presencia de drones sobrevolando la zona alarmó a las autoridades, que sospechan que los artefactos pueden estar relacionados con actividades del crimen organizado.
Ante la amenaza potencial, las fuerzas especiales fueron desplegadas para neutralizar los drones y evitar posibles ataques aéreos. Este incidente resalta las tensiones en Sinaloa, donde los enfrentamientos armados son cada vez más frecuentes.
La Secretaría de la Defensa Nacional continúa reforzando la presencia militar en la región para tratar de controlar la violencia, aunque los ataques de grupos criminales siguen siendo un desafío significativo para las autoridades.
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