La reciente localización de un centro de control ilícito pone en evidencia las operaciones del crimen organizado.
El hallazgo de un Centro de Comando y Control (C2) clandestino en Teocaltiche, Jalisco, ha revelado cómo el crimen organizado operaba en colaboración con las fuerzas de seguridad. El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, detalló que este centro funcionaba paralelamente con el sistema de seguridad estatal y facilitaba las actividades ilícitas delictivas.
El centro, que se encontraba en las instalaciones de la policía municipal, fue descubierto a fines de febrero. Además, se ha vinculado el caso con la desaparición de 8 policías ocurrida en la misma zona, de los cuales cuatro fueron identificados entre los restos hallados en bolsas de plástico el 19 de febrero.
Este caso se suma a la reciente localización de otro centro de monitoreo en Villa Hidalgo, Jalisco, lo que demuestra la creciente preocupación por la operación de grupos criminales en la región.
El centro, que se encontraba en las instalaciones de la policía municipal, fue descubierto a fines de febrero. Además, se ha vinculado el caso con la desaparición de 8 policías ocurrida en la misma zona, de los cuales cuatro fueron identificados entre los restos hallados en bolsas de plástico el 19 de febrero.
"Los hallazgos dejan en evidencia la infiltración del crimen organizado dentro de los cuerpos de seguridad locales", afirmó la Fiscalía General de la República.
Este caso se suma a la reciente localización de otro centro de monitoreo en Villa Hidalgo, Jalisco, lo que demuestra la creciente preocupación por la operación de grupos criminales en la región.
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